Cinco Lecciones para Pensar Sobre la Forma en que Tratamos a las Personas
1 – Primera Lección Importante — La Señora de la Limpieza.
Durante mi segundo mes de universidad nuestro profesor no dio una prueba. Yo era una estudiante consciente y había pasado rápido por las preguntas hasta que leí la última:
"¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?" De seguro que esto era algún tipo de chiste. Había visto a la mujer de la limpieza varias veces. Era alta, de pelo oscuro y en sus 50, pero ¿cómo es que yo debería saber su nombre?
Le entregué el papel dejando en blanco la última pregunta. Justo antes de que se terminara la clase, un estudiante preguntó si la última pregunta contaría para la nota del examen.
"Absolutamente," dijo el profesor. "En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son significativas. Ellas se merecen de su atención y cuidado aún si todo lo que ustedes hacen es sonreír y decir "hola."
Nunca he olvidado esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.
2. – Segunda Lección Importante — Recoger en la Lluvia
Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afro-americana mayor estaba parada al lado de una autopista de Alabama tratando de soportar una tormenta aguda. Su coche se había descompuesto y desesperadamente necesitaba que alguien la llevara. Empapada decidió hacer señales para que parara el próximo coche. Un hombre joven blanco paró para ayudarla, lo que no era habitual que sucediera generalmente en aquellos 1960 llenos de conflicto. El hombre la llevó a lugar seguro, le ayudó a conseguir ayuda y la puso en un taxi.
Ella parecía estar de mucha prisa pero escribió su dirección y le agradeció. Siete días pasaron y llamaron a la puerta del hombre. Para su sorpresa, un gran televisor a color le fue entregado a su casa. Llevaba una nota especial que decía:
"Muchas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia no solo empapó mis ropas, sino también mi espíritu. Fue entonces cuando usted vino. Gracias a usted pude llegar al lecho de mi esposo falleciente justo antes de que él se muriera... Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente."
Sinceramente, la Señora de Nat King Cole.
3 – Tercera Lección Importante — Siempre Recuerde a Aquéllos a Quienes Sirve.
En los días cuando el helado de crema con chocolate costaba mucho menos, un muchacho de 10 años entró a la cafetería de un hotel y se sentó a la mesa. Una mesera puso un vaso de agua en frente de él.
"¿Cuánto cuesta el helado con chocolate?" Preguntó.
"Cincuenta centavos," replicó la mesera.
El muchacho sacó un manojo de su bolsillo y estudió sus monedas.
"Bueno, ¿cuánto es un plato de solo helado de crema?" Inquirió.
Para este tiempo más gente estaba esperando por mesa y la mesera estaba poniéndose impaciente.
"Treinta y cinco centavos," bruscamente replicó.
El muchacho contó de nuevo sus monedas.
"Déme un helado de crema solo," dijo.
Vea, no podía comerse el helado con chocolate porque no le quedaba suficiente para dejarle a ella una propina.
4 – Cuarta Lección importante. — El Obstáculo en Nuestro Camino.
En tiempos antiguos un Rey hacía colocar un pedrusco en la vía. Luego él se ocultaba y miraba para ver si alguien quitaba la inmensa roca. Algunos de los mercaderes más ricos del rey y los cortesanos venían y simplemente caminaban alrededor de ella. Muchos le echaban la culpa al rey por no mantener limpias las carreteras, pero ninguno hacía nada por quitar la piedra del camino.
Entonces un campesino venía llevando una carga de vegetales. Al acercarse al pedrusco, el campesino descargó su carga y trató de mover la piedra al lado de la vía. Finalmente tuvo éxito después de mucho empujar y esforzarse. Después de que el campesino recogió su carga de vegetales, notó una bolsa que yacía en la carretera en donde había estado el pedrusco. La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del rey indicando que el oro era para la persona que quitara el pedrusco de la vía. ¡El campesino aprendió lo que muchos de nosotros nunca entendimos! Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar nuestra condición.
5 – Quinta Lección Importante — Dando Cuando Cuenta...
Hace muchos años cuando trabajé como voluntaria en el hospital, vine a conocer a una niña de nombre Liz quien estaba sufriendo de una rara y seria enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse parecía ser una transfusión de sangre de su hermano de cinco años de edad, quien había milagrosamente sobrevivido a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos que se necesitaban para combatir la enfermedad. El doctor le explicó la situación a su hermano y le pidió al muchacho si estaría dispuesto a dar su sangre para su hermana.
Lo vi dudar por solo un momento antes de tomar una profunda respiración y decir, "Sí, la daré si la salva." En cuanto progresaba la transfusión, él yacía en la cama al lado de su hermana y sonreía, como todos lo hicimos, viendo que el color le regresaba a sus mejillas. Entonces su cara se puso pálida y se desvaneció su sonrisa.
Miró al doctor y le preguntó con una voz temblorosa, "¿Me empezaré a morir de una vez?"
Siendo joven, el muchacho había entendido mal al doctor, pensó que iba a tener que darle a su hermana toda su sangre a fin de salvarla.
Más importante, "Trabaje como si no necesita del dinero, ame como si nunca ha sido lastimado y baile como lo hace cuando nadie lo está mirando."
Bueno. Hasta aquí el texto.
Nos habla de muchas cosas y me quedo con la importancia de las personas con las que nos relacionamos, que nos sirven, ayudan y colaboran con nosotros. Importancia de reconocernos por el nombre.
Dar desinteresadamente nos beneficia. Pongámonos a ello, no esperemos momentos especiales, hoy mismo puedo hacer un esfuerzo por reconocer a alguien, saludarle por su nombre, dar apoyo emocional, dar cinco minutos de mi tiempo, dar ánimos a alguien que este pasando mal, hablar en el grupo de autoayuda al que acudo...Hoy.