viernes, 31 de mayo de 2013

Momentos

Buenas de nuevo.
Esta semana ponemos el foco en el aquí y ahora. Centrarnos en el presente. Enfocar el momento actual como forma de vivir mejor. Con más plenitud y como manera de educar a nuestra mente a vivir en el ahora más allá de divagaciones y miedos sobre el futuro o preocupaciones y angustias sobre el pasado. 

Este texto nos hace reflexionar sobre ello.
Aquí y Ahora 
Un buscador interroga a un maestro zen acerca de la naturaleza de la iluminación:
- Maestro, por curiosidad, ¿qué hacía usted antes de su iluminación?
- Cortaba y acarreaba leña para el fogón y traía agua del pozo -responde el maestro.
- Ahá, una vida simple y laboriosa. Y ahora que se ha iluminado, su vida debe haber cambiado mucho… debe estar dedicado a la meditación, la oración, el contacto con realidades trascendentes… ¿qué es lo que hace ahora?
- Corto y acarreo leña para el fogón y traigo agua del pozo, -responde imperturbable el maestro.
- Pero, maestro, no comprendo  -dice el discípulo, confundido – ¿Acaso la iluminación no transformó su vida? Yo habría supuesto que usted estaría dedicado a otras actividades.
- Claro que no comprendes  -le responde el maestro-, lo que cambia no es lo que haces , a menos que antes te dedicaras a cosas muy ajenas a tu naturaleza;  lo que cambia es la cualidad de lo que haces.
- ¿A qué se refiere con eso? – pregunta el discípulo, intentando comprender.
- Es algo muy simple en realidad… para nada misterioso o sobrenatural. Antes, cuando cortaba y acarreaba leña, por ejemplo, mi cabeza estaba en cualquier otra parte: quizás soñando con la iluminación, quizás irritado por tener que realizar actividades tan innobles, quizás esforzándome por ser humilde y por aceptar la situación, quizás enfrascado en remordimientos o fantasías respecto a situaciones con otras personas, etcétera.
Ahora, cuando corto y acarreo leña y traigo agua del pozo, simplemente estoy ahí, en lo que estoy haciendo, sin un propósito ulterior. No tengo deseos de estar en otra parte ni dejo que mi mente me lleve de la nariz a donde le plazca.
Y eso tan simple cambia todo de raíz.

Pues si. Algo tan simple como centrarnos en el momento nos ayuda a alcanzar la serenidad, a vivir en plenitud y a crecer. Cuando estamos presentes en el momento vivimos la vida de verdad.
Un abrazo
Iñigo

viernes, 24 de mayo de 2013

Desde los afectos

La semana pasada hablamos de aceptación.
Aceptarse no es resignarse. Apostemos por cambiar, por mejorar. Una manera es aprendiendo. Para ello os propongo un poema de alguien que sabe muy bien de que va esto de la vida. Mario Benedetti. Enseñanzas imprescindibles para nuestra caja de herramientas o para nuestra mochila.

Desde los afectos

Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? 
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...

Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?


Un abrazo
Iñigo

viernes, 17 de mayo de 2013

Aceptación

Otra vez aquí.
Entre los temas de esta semana hemos hablado de aceptarse. La aceptación como objetivo de trabajo. Conseguir sentir de verdad que valemos un montón y que aquellas zonas o partes más oscuras de uno también son propias y nos conforman. Aceptarse como tener como norma la propia evitando la comparación. Aceptarse como conseguir esa serenidad que nos impulsa a crecer. Yo soy. 
Relacionado con esto os propongo reflexionar sobre un precioso texto que Jorge Bucay nos propone en su libro Recuentos para Demian. 

Os lo pongo en texto tambien. Disfrutarlo y pensar.

AUTORRECHAZO

Estaba alli desde el primer momento, en la adrenalina que circulaba por la venas de tus padres cuando hacían el amor para concebirte, y después en el fluido que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón cuanto todavía eras solo un parásito.

Llegue a ti antes de que pudieras hablar, antes aun de que pudieras entender algo de lo que los otros te hablaban. Estaba ya cuando torpemente intentabas tus primeros pasos ante la mirada burlona y divertida de todos. Cuando estaba desprotegido y expuesto, cuando era vulnerable y necesitado.

Apareci en tu vida de la mano del pensamiento mágico, me acompañaban... las supersticiones y los conjuros, los fetiches y los amuletos... las buenas formas, las costumbres y la tradición... tus maestros, tus hermanos y tus amigos.

Antes de que supieras que yo existía, yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad. Un mundo de lo que estaba bien y otro de lo que no lo esta.

Yo te traje tus sentimientos de vergüenza, te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso, de feo, de estúpido, de desagradable. Yo te colgué la etiqueta de "diferente", cuando te dije por primera vez al oído que algo no andaba bien contigo.

Existo desde antes de la conciencia, desde antes de la culpa, desde antes de la moralidad, desde lo principios del tiempo, desde que Adan se avergonzó de su cuerpo al notar que estaba desnudo... ¡y lo cubrió!.

Soy el invitado no querido, el visitante no deseado, y sin embargo soy el primero en llegar y el ultimo en irme. Me he vuelto poderoso con el tiempo, escuchando los consejos de tus padres sobre como triunfar en la vida.

Observando los preceptos de tu religión, que te dicen que hacer y que no hacer para poder ser aceptado por Dios en su seno. Sufriendo bromas crueles de tus compañeros en el colegio, cuando se reían de tus dificultades. Soportando las humillaciones de tus superiores. Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo y comparándola después con la de los "exitosos" que se muestran por televisión.

Y ahora, por fin,
Poderoso como soy
y por el simple hecho
de ser mujer,
de ser negro,
de ser judío,
de ser homosexual,
de ser oriental,
de ser discapacitado,
de ser alto, pequeño o gordo...
puedo transformarte...
en un montón de basura,
en escoria,
en un chivo expiatorio,
en el responsable universal,
en un maldito
bastardo
desechable.

Generaciones y generaciones de hombres y mujeres me apoyan.
No puedes librarte de mi.

La pena que causo es tan insostenible que para soportarme, deberás pasarme a tus hijos, para que ellos me pasen a los suyos, por los siglos de los siglos.

Para ayudarte a ti y a tu descendencia, me disfrazare de perfeccionismo,
de altos ideales,
de autocrítica,
de patriotismo,
de moralidad,
de buenas costumbres,
de autocontrol.

La pena que te causo es tan intensa que querrás negarme y para eso intentaras esconderme detrás de tus personajes, detrás de las drogas, detrás de tu lucha por el dinero, detrás de tu neurosis detrás de tu sexualidad indiscriminada. Pero no importa lo que hagas, no importa a donde vayas, yo estaré allí, siempre allí. Por que viaje contigo dia y noche sin descanso, sin limites.

Yo soy la causa principal de la dependencia, de la posesividad, del esfuerzo, de la inmoralidad, del miedo, de la violencia, del crimen, de la locura.

Yo te enseñe el miedo a ser rechazado, y condicione tu existencia a ese miedo. De mi dependes para seguir siendo esa persona buscada, deseada, aplaudida, gentil y agradable que hoy muestras a los otros. De mi dependes por que soy el baúl en el qu escondiste aquellas cosas mas desagradables, mas ridículas, menos deseables para ti mismo.

Gracias a mi, has aprendido a conformarte con lo que la vida te da, por que después de todo, cualquier cosa que vivas será siempre mas de lo que crees que mereces.

¿Has adivinado verdad?

Soy el sentimiento de rechazo que sientes por ti mismo.

SOY... EL SENTIMIENDO DE RECHAZO QUE SIENTES POR TI MISMO.

Recuerda nuestra historia...

Todo empezó aquel día gris en que dejaste de decir orgulloso ¡YO SOY!
y entre avergonzado y temeroso, bajaste la cabeza y cambiaste tus dichos y actitudes por un pensamiento:
YO DEBERIA SER...

Un abrazo
Iñigo

viernes, 10 de mayo de 2013

El billete

Buenas
Una historia que nos permite utilizar una metáfora para...


El billete de 50
Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias…que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación…todo parecía estar mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
- Alfredo, quieres este billete ?
Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
- Claro Marisa…son 50 dólares, quién no los querría ?
Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
- Y ahora igual lo quieres ?
- Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
- Lo sigues queriendo ?
- Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva todo su valor…
- Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido…lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.

Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
- Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal…pero me debes un billete NUEVO de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite !!

Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó con su atractivo andar con rumbo a la puerta. Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mozo para pagar la cuenta…”

Historia con moraleja. Apelación a nuestro valor independientemente de las circunstancias, independientemente de nuestro aspecto, de los golpes que hayamos recibido. Nuestro valor sigue ahí, debemos pensar firmemente en ello y desde esa creencia seguir luchando. Porque valemos un montón. Bastante más que 50 euros. Es interesante rodearnos de personas que nos vean así. 

Hasta la próxima.
Abrazos. 
Iñigo

viernes, 3 de mayo de 2013

El pequeño equipo

Esta semana no hay cuento y si un precioso vídeo con grandes lecciones:

L´Equip Petit


Inspiradora historia. La ilusión por el simple hecho de jugar. Poniendo todo su empeño, corazón y energía tras su objetivo. Lo admirable en como afrontan  partido tras partido, gol tras gol, el palo que es la derrota. Ellos no se sienten mal o inferiores y siguen semana tras semana con las mismas ganas.

Que grandes valores aprendemos de esta gran historia. Los niños grandes maestros que nos enseñan una lección. ¿Porque no lo aplicamos a nuestra vida de adultos?.

Abrazos
Iñigo