viernes, 25 de julio de 2014

Tiempo

Hola
De nuevo con otra historia.

Una joya única
Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina.
Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader, diciéndole:
- Buen amigo, ¡salud!… pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?
- ¡Ay! – respondió el árabe con tristeza
- Estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas.
- ¡Bah! – respondió el inglés
- La pérdida de una joya no debe ser gran cosa para ti, que llevas tesoros sobre tus camellos, y te será fácil reponerla.
- ¡¿Reponerla?!… ¡¿Reponerla?! – exclamó el árabe
- Bien se ve que no conoces el valor de mi pérdida.
- ¿Qué joya es, pues? – preguntó el viajero.
- Era una joya, como no volverá a hacerse otra.
- Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo.
- Adornada con veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños.
- Ya ves que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás.
- Tu joya debía ser preciosa – dijo el inglés
- Pero, ¿no crees que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?
- La joya perdida – dijo el árabe volviendo a quedar pensativo – era un día
- Y un día que se pierde… no vuelve a encontrarse.

Pues no esta mal para tomar conciencia del tiempo y su valor. Para comprometernos con aprovecharlo de manera beneficiosa para nosotros y los demás. ¿Vamos a por ello? ¿Que tal si hoy mismo lo aprovechamos bien?

Saludos
Iñigo

domingo, 20 de julio de 2014

Las llaves de la felicidad

Buenas de nuevo.
La historia de esta semana esta extraída del libro Cuentos para aprender a aprender de José María Doria. Y dice así.

Las llaves de la felicidad
En una dimensión del Universo se reunieron las fuerzas creadoras de los mundos dispuestas a realizar su papel con el ser humano. Estos dioses tenían un gran sentido del humor, y decidieron gastar una broma en el hermoso planeta azul. Decidieron determinar cuál sería el lugar que a los seres humanos más les costaría encontrar. Una vez hallado, depositarían allí las llaves de su felicidad.

Bien, las esconderemos en lo más profundo de los mares –dijo uno de ellos.
Ni hablar –opuso otro rápidamente–. El ser humano avanzará en sus ingenios científicos y podrá llegar hasta allí y encontrarlas.
Bueno, pues podríamos esconderlas en lo profundo de los volcanes –dijo otro de los presentes.
Tampoco –volvió a replicar un tercero. Resultará inútil, porque así como será capaz de dominar las aguas, también será capaz de dominar el fuego.
¿ Y por qué no bajo las rocas más sólidas y profundas de la tierra? –propuso un presente.
Inútil –replicó un compañero–. En unos pocos miles de años el hombre dispondrá de capacidades para sondear los subsuelos y extraer todos los metales y piedras preciosas que desee.

Se hizo un silencio primordial hasta que, al fin, el que destacaba por su ingenio dijo con solemnidad y regocijo:
Esconderemos las llaves de la felicidad en un lugar que el hombre, por más que busque, tardará mucho, mucho tiempo en suponer e imaginar.
¿Dónde?, ¿dónde? –preguntaron con ansiosa curiosidad los que conocían su sagacidad y lucidez.
El lugar del Universo que el hombre más tardará en mirar, y en consecuencia hallar, es el interior de su corazón. Y todos estuvieron de acuerdo.

Bonita historia para mirar en nuestro interior. Ahí están las claves de .... nuestra felicidad. Que tal si esta semana nos animamos a buscarlas. Buena suerte.
Abrazos
Iñigo 

lunes, 14 de julio de 2014

Emociones Felicidad

Buenas
Esta semana os dejo con un pequeño vídeo de una compañía de seguros de Thailandia. El video emociona y apuesta por ayudar a los demás. A los que tenemos cerca sin esperar nada a cambio. Esa suma de gestos amables y desinteresados hacen un mundo mejor y también hacen mejor a quien los hace. 


Esta es la propuesta para los proximos días.
Un abrazo
Iñigo

lunes, 7 de julio de 2014

Hoy

Buenas de nuevo.
Seguimos inspirándonos con Carroll y su Alicia. Esta vez la frase me inspira para no anclarme en el pasado. 

"No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona diferente.


Um el cambio como permanente en las personas. Inevitable y como tal si lo aceptyamos, siempre para bien.
A estrenar la semana.
Iñigo