miércoles, 24 de junio de 2015

Encender la noche

Buenas de nuevo.
Hemos entrado ya en verano con una fiesta especial. La noche de San Juan llena de rituales y magia. El fuego y su poder purificador. Muchas de las hogueras que han ardido estos días nos han servido para, aunque sea simbólicamente, quemar lo viejo. El fuego y su poder purificador. Es un buen momento para mantener una actitud renovadora y prepararnos para seguir disfrutando de la vida, para renovar compromisos y para afrontar errores. 

Hay un precioso texto de Ray Bradbury que es Encender la noche. Una de las ediciones del cuento está ilustrada maravillosamente por Noemí Villamuza. Os recomiendo leer entero.

El protagonista de la historia es uno de esos niños que teme la oscuridad. A él le gustas las linternas...
Y las lámparas
y las antorchas y las farolas
y los faros y los resplandores
y las velas y los rayos
y los relámpagos

Pero no le gustaba la NOCHE.

Recorría toda su casa, desde el salón al sótano, pasando por la despensa, el desván, la alacena... leyendo, comiendo, paseando en bici pero jamás lo hacía afuera…en la noche.... Nuestro amigo miraba a través de su ventana como los niños jugaban en las noches de verano... los veía aparecer y desaparecer en la oscuridad, corriendo felices... pero él se quedaba arriba en su cuarto, con sus lámparas y linternas, con sus faroles y candelabros, completamente sólo.

Pero la historia cambió una noche que los padres de nuestro niño no estaban y el aprovechó su soledad para encender todas las luces de su casa -las de la entrada, las  del vestíbulo, las de la despensa..., las luces pálidas y las rosadas, las del salón, las de la cocina...- En esas estaba cuando escuchó un golpe en la ventana. Tras él una sombra y una voz que decía:

¡Hola!

Era una niña, de cara blanca como la luna y pelo negro que apostada en la puerta se presentó:

Me llamo Oscuridad [...] 
y yo te presentará a la noche y seréis amigos...

La historia sigue y esta niña le enseña algo terriblemente valioso a nuestro protagonista. La noche no es sinónimo de ausencia de luz, de oscuridad, de miedo... La noche es ese momento mágico en el que se encienden las estrellas, suenan las ranas y aparece la gran luna blanca y el miedo lo único que nos hace es perdernos todo lo maravilloso que ella nos puede ofrecer.

NO apago la luz simplemente 
enciendo la Noche.

Bueno pues, Feliz entrada en esta nueva temporada.
Iñigo