viernes, 14 de mayo de 2010

Hola a tod@s
Este jueves lo iniciamos con el resumen sobre la importancia de los aspectos de comunicación, ámbito de mejora personal para todos. Luego la conversación giró sobre casos personales que se convierten en generales para todos porque corresponden a aspectos de la rehabilitación por los que pasamos. Hablamos sobre los bajones y sus "síntomas" personales y característicos para cada uno en el proceso de rehabilitación, la importancia de seguir hacia adelante, la acción, más que la reflexión, como modo de aprendizaje, la responsabilidad de cada uno sobre su vida... En fin, seguimos aprendiendo y encontrando los impulsos necesarios para seguir adelante en esta dura pero satisfactoria carrera de largo plazo. Merece la pena luchar.

Bueno os dejo uno de los textos sobre los que reflexionaremos la semana que viene.
Aquí os dejo el primero. Sacado del libro 101 cuentos clásicos de la India recopilados por Ramiro Calle.

Insultos y Halagos

Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja - oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:

- Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.

El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.

- ¿Qué te respondieron los muertos? - preguntó el maestro.
- Nada dijeron.
- En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.

El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:

- ¿Qué te han respondido los muertos?
- De nuevo nada dijeron - repuso el discípulo.

Y el maestro concluyó:

- Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.

El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.

¿que nos enseña?

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