jueves, 24 de junio de 2010

Animarse a volar

Muy buenas

El texto propuesto para este jueves es de uno de mis autores favoritos en lo que a cuentos inspiradores se refiere. Aquí va.

Animarse a Volar

Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
- Pero yo no sé volar —contestó el hijo.
- Ven —dijo el padre.

Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.

- Ves, hijo, éste es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...

El hijo dudó:

- ¿Y si me caigo?
- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento —contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente le dijeron:

- ¿Estás loco?
- ¿Para qué?
- Tu padre está delirando...
- ¿Qué vas a buscar volando?
- ¿Por qué no te dejas de pavadas?
- Y además, ¿quién necesita volar?

Los más lúcidos también sentían miedo:
- ¿Será cierto?
- ¿No será peligroso?
- ¿Por qué no empiezas despacio?
- En todo caso, prueba tirarte desde una escalera... o desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó... Desplegó las alas. Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra... Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:

- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, ¡y mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas sólo son de adorno... —lloriqueó.
- Hijo mío —dijo el padre— para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar. Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.

Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando para siempre...

Jorge Bucay


Hemos hablado de muchas cosas.
De aprender a volar. De la experiencia de quienes han pasado por ahí como la más válida y la que mas nos puede ayudar. Igual que en el grupo.
Que no valen las cosas a medias. (lo dejo pero solo un poco). No hay medias tintas, hay que lanzarse desde lo alto.
De los golpes necesarios en todo proceso de crecer y aprender.
De la paciencia, de como afrontar en el tiempo aspectos difíciles que nos harán daño. Recuerdos dolorosos, alteraciones emocionales.. Son los golpes que debemos estar dispuestos a sufrir en esta carrera de fondo. Merece la pena y cada golpe es un aprendizaje hacia un mayor bienestar. A disfrutar plenamente de nuestras vidas como forma de vacunarnos contra el alcohol.

Muchas reflexiones interesantes y para convertirlas en sabiduría de verdad debemos chequearlas en la acción.
¿Quieres aprender a volar? Pues venga a tirarse desde lo alto
¿Quieres aprender a vivir y a disfrutar de la vida? Pues venga empieza ya.

Un saludo y buena semana.



jueves, 17 de junio de 2010

Buenas de nuevo.

Este jueves tuvimos tres textos y reflexionamos sobre ellos.

Pide la luna

“Un arquero quiso cazar la Luna. Noche tras noche, sin descansar, lanzó sus flechas hacia el astro. Los vecinos comenzaron a burlarse de él. Inmutable, siguió lanzando sus flechas. Nunca cazó la Luna, pero se convirtió en el mejor arquero del mundo”

Alejandro Jodorowsky

Esta historia parece indicar que debemos perseguir nuestros sueños, por complicados e inalcanzables que parezcan. No hay que desfallecer, ya que a pesar de todo siempre obtendremos un resultado favorable…

Ver la solución al problema

Zeus y Hera estaban mirando hacia abajo desde los Cielos, observando los apuros de la humanidad. Hera se sentía singularmente apenada por un pobre hombre. Abrumado por el peso de sus problemas, el hambre y las exigencias de su familia, a la que no podía alimentar ni contentar.
“Mi señor”, le dijo a Zeus, “apiádate. Envíale alguna ayuda a ese pobre hombre. Míralo, es tan pobre que lleva las sandalias atadas con algas”.
“Amor mío”, contestó Zeus, “le ayudaría con mucho gusto, pero todavía no esta preparado”.
“¡Qué vergüenza!”, replicó Hera. “Sería la cosa más fácil del mundo para ti arrojar en el camino delante de él un saco lleno de oro, a fin de aliviar sus preocupaciones para siempre”.
“¡Aaaaah! eso es algo diferente”, dijo el Dueño del Universo. Un súbito relámpago, acompañado del estruendo de un trueno, desgarró el cielo despejado.
El mundo pareció detenerse por un momento y después los pájaros y cigarras reanudaron su canto. Un saco conteniendo oro de la más pura calidad yacía en el camino delante del pobre hombre, quien, con mucho cuidado, levantó los pies y pasó por encima para no estropearse todavía más las sandalias.

Parece ser que hasta que no estamos preparados para ver la solución, pasamos de largo sin que los sentidos la perciban… quizás demasiado pendientes de nuestros propios conflictos. Hay que estar atentos y centrados en lo que queremos conseguir, más que a lo que nos pesa. Al centrar la atención en cualquier cosa, la cargamos de energía, le damos poder, lo atraemos a nuestra realidad.

Por otro lado, por mucho que nos empeñemos en ayudar a alguien, este esfuerzo es inútil, si la persona no está preparada para recibir esta ayuda. Quizás por resistencias al cambio, quizás porque el sanar implica renunciar a los “beneficios de la enfermedad”… pero esto es tema para otra entrada.

http://planocreativo.wordpress.com/

Un cuento sobre la vida.
Un maestro contó a sus discípulos lo siguiente:

Una gacela, según se levantaba todos los días, empezaba a correr por la selva. Un tigre, según se levantaba todos los días, también empezaba a correr por la selva.

La gacela corría para salvar su vida, ya que si el tigre la alcanzaba moriría inmediatamente.

El tigre, también corría para conservar su vida, ya que si no daba caza a la gacela, moriría de hambre. Ambos corrían todos los días por su vida.

Vosotros, discípulos, no sabéis aún si sois gacelas o tigres, ni tampoco sabéis quién sois ni a dónde vais, por eso debéis hacer como la gacela y el tigre:

Según os levantéis, poneos a correr por vuestra vida.

Muchas veces, nos perdemos la vida pensando en qué vamos a hacer, a dónde vamos, por qué...y este relato nos invita precisamente a lo contrario, a ACTUAR!! a VIVIR!!

http://valledegestalt.blogspot.com/

Entre las cosas que han salido están, las dificultades para actuar, para pasar a la acción, por miedos, inercias, comodidad. Visualizar el futuro que ahora empezamos a construir. En positivo mejor que en negativo. Pero sobre todo la importancia de pasar a la acción, lanzarnos a la piscina para aprender a nadar. No hay otra, si queremos mejorar y crecer. Aunque también es legitimo no hacer nada siempre y cuando seamos conscientes de que no hacer nada también supone un coste. Un coste que estamos dispuestos a pagar.
Actuar para construir la vida que queremos.

Bueno eso es todo amigos. Animo

jueves, 10 de junio de 2010

Buenas noches.

Aquí va el texto propuesto para esta semana:

Nunca te des por vencido

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.
El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer.
Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle.

Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.

El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente.

Luego, para sorpresa de todos, se aquieto después de unas cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio, con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra.

Muy pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando.

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos. Usa la tierra que te echan para salir adelante.

Hasta aquí el texto. Las reflexiones que fueron surgiendo giraron sobre aprovechar los errores, fracasos y penas para de manera constructiva salir adelante. No te quedes detrás de la primera palada quejándote de lo malo que es tu amo, de la mala suerte que tienes ... Aprovecha esas penalidades para mejorar, aprender, madurar en definitiva crecer. Muchas veces solo aprendemos así a golpes, veamos esos golpes como oportunidades y que nos sirvan en nuestro camino a nuestra montaña.

Buena suerte.


Hola de nuevo
Aunque con un poco de retraso aquí va el texto del jueves 3 de Junio. Es un texto tremendamente inspirador de Paulo Coelho que nos ofrece claves para decidir y perseverar en la consecución de los objetivos que nos propongamos.

Manual para escalar Montañas

A) Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen "ésa es más bonita", o "aquélla es más fácil". Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.

B) Sabe cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

C) Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.

D) Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

E) El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

F) Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

G) Respeta tu alma: no te repitas todo el rato "voy a conseguirlo." Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas "es más difícil de lo que pensaba", pues eso te hará perder la fuerza interior.

H) Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

I) Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

J) Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.

K) Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.

Paulo Coelho

Todos sabemos ya la montaña que queremos escalar. Adelante comienza ya. Y al final o en medio ofrece tu ejemplo a los demás. Cuenta lo bonita que es la montaña, que merece la pena, y cuenta tus claves para que otros puedan superarla. Para eso estamos en el grupo.