viernes, 29 de abril de 2011

Hola de nuevo.

Vamos finalizando el mes y de las lecturas propuestas para este jueves a ver que os parece esta sacada de http://www.sistemaspea.info/inspiracion/ .


Se como un águila.
Es Una antigua leyenda india cuenta que uno de sus valientes encontró un día un huevo de águila y lo depositó en el nido de una “gallina en un gallinero”.
El aguilucho nace y vive  día a día  en medio de los  polluelos  así va creciendo con ellos.
Toda su vida el águila hizo lo que una gallina de gallinero hace normalmente. Buscó en la tierra insectos y comida, aprendió a cantar de la misma forma que una gallina .
Y cuando volaba, lo hacía en una nube de plumas y sólo algunos metros.
Después de todo, es así como se supone que las gallinas vuelan.
Los años pasaron. Y el águila llega a la vejez.
Un día, ve un pájaro espléndido planear en un espléndido cielo, sin nubes, que se elevaba  con gracia, aprovechando las corrientes ascendentes, Volaba con libertad apenas movía sus espléndidas alas doradas.
“Qué pájaro espléndido!” dijo nuestra águila a sus vecinos.
“¿Qué es?”
“Es un Águila, el rey de los pájaros,”  responde su vecino.
“Pero de nada sirve pensarlo dos veces, nunca serás un águila.”
Así el águila lo hizo, nunca pensó dos veces. Se murió pensando que era una gallina de gallinero.
Lector, Para lograr tus sueños, busca en el cielo, inspírate en quienes ya han volado. Recuerda cuando tu has realizado tus propios vuelos. Cuando no miramos hacia arriba a veces terminamos pensando que somos gallinas. Piénsalo dos veces…

A mí me inspira para ser ser ambicioso y no conformarme. Para luchar por mis sueños y cuestionar mis comodidades e inercias que me estancan. Merece la pena este camino y quiero ser el águila que soy y no la gallina que me hacen creer que soy. 
Un abrazo y a seguir.
Iñigo

viernes, 22 de abril de 2011

Poesía

Buenas de nuevo.

Esta semana medio festiva os propongo esta pequeña joyita. Es una poesía inspiradora y que muy bien nos puede servir como guía. Es de Walt Whitman.


“No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, 
sin haber sido feliz, 
sin haber aumentado tus sueños. 
No te dejes vencer por el desaliento. 
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa:
tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”

Pues eso. A seguir. A no dejar pasar hoy sin haber aumentado tus sueños.
Buenos días a todos
Iñigo

jueves, 14 de abril de 2011

Trabajar con el corazón


Hola de nuevo.
Dos pequeñas historias que nos levantan una sonrisa, sacadas de Contar cuentos.

Trabajar con el corazón
A un albañil, ya mayor, le llegó el momento de su jubilación.
Así que fue a ver a su jefe con el que había trabajado durante muchos años, y le comentó sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y poder disfrutar de su familia y su jubilación.
El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y así se lo dijo, pidiéndole, como favor personal, que construyera una última casa. El albañil accedió, pero su mente y su corazón ya no estaban allí, así que utilizaba materiales de inferior calidad, no estaba atento a lo que hacía y su trabajo dejaba mucho que desear. Era una desafortunada forma de acabar su carrera.
Cuando el albañil finalmente acabó la construcción, su jefe fue a inspeccionar la casa, y al finalizar la visita, cogió las llaves de la puerta principal y las tendió al albañil:
- Tu última casa... este es mi regalo para ti.

Nunca te des por vencido
Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un “chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca! El juez, también comprado, cuidó, no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado:

- “Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino: vamos a escribir en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’. Tú escogerás y será la Mano de Dios la que decida tu destino".

Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: ‘CULPABLE’. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon:
- “Pero, ¿qué hizo...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto...?”.
- "Es muy sencillo", respondió el hombre, "es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué”.
Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Dos historias diferentes que nos enseñan a a poner nuestro mejor yo en las cosas que hacemos y a no perder la esperanza, a luchar hasta el final, a no darnos por vencidos. Merece la pena.
Un abrazo y kilos de ánimo a todos. Pasar buenos días. 
Iñigo

sábado, 9 de abril de 2011

Aprendiendo a mirar

Buenas a todos

Esta semana reflexionamos sobre la formas de ver las cosas, sobre como en aquellos aspectos que consideramos inicialmente negativos podemos encontrar un valor, una enseñanza, una oportunidad. El texto está sacado de Contar Cuentos y es el siguiente: 

Botella medio llena ...
Una empresa fabricante de zapatos envió un representante al África para abrir un nuevo mercado. Cuando el viajante volvió a la empresa un mes después, su informe era totalmente negativo.
- En África casi todos van descalzos.
- Por lo tanto no vamos a vender nada.
La dirección de la empresa, que no se dejó desmotivar por la mala noticia, envió un segundo representante a África para averiguar que es lo que pasaba. Cuando éste volvió, un mes después, elaboró un informe bien distinto.
- ¡Estamos de enhorabuena, señores!
- En aquel continente nadie tiene zapatos.
- ¡Tenemos todo un mercado para abrir!
Maestro: ¿Y tú … ves la botella media llena o media vacía? Es una cuestión vital que influye en como transcurrirá tu vida. La decisión es tuya.

Hay esta el texto.  Enfocar las cosas de la manera más provechosa, aprender a hacer esa mirada positiva hacia nosotros y hacia la vida. Bonita tarea para empezar. Ya. La decisión es tuya. ¿Como lo ves?

Os dejo con Mahatma Gandhi:

Cuida tus pensamientos
porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras
porque se transformarán en actos.
Cuida tus actos
porque se harán costumbre.
Cuida tus costumbres
porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter
porque formará tu destino.
y tu destino, será tu vida.

Saludos y ánimos. 
Iñigo.

viernes, 1 de abril de 2011

Autodependientes

Hola a todos.
Terminamos Marzo con una reflexión de Jorge Bucay. Un texto que nos habla de responsabilizarnos de nuestra vida.
Autodependencia
"Me acuerdo siempre de esta escena:
Mi primo, mucho más chico que yo, tenía tres años. Yo tenía uno doce...Estábamos en el comedor diario de la casa de mi abuela. Mi primito vino corriendo y se llevó la mesa ratona por delante. Cayó sentado de culo en el piso llorando.Se había dado un golpe fuerte y poco después un bultito del tamaño de un carozo de durazno le apareció en la frente.
Mi tía que estaba en la habitación corrió a abrazarlo y mientras me pedía que trajera hielo le decía a mi primo: Pobrecito, mala la mesa que te pegó, chas chas a la mesa..., mientras le daba palmadas al mueble invitando a mi pobre primo a que la imitara... Y yo pensaba: ¿...? ¿Cuál es la enseñanza? La responsabilidad no es tuya que sos un torpe, que tenés tres años y que no mirás por dónde caminás; la culpa es de la mesa. La mesa es mala.

Yo intentaba entender más o menos sorprendido el mensaje oculto de la mala intencionalidad de los objetos. Y mi tía insistía para que mi primo le pegara a la mesa...

Me parece gracioso como símbolo, pero como aprendizaje me parece siniestro: vos nunca sos responsable de lo que hiciste, la culpa siempre la tiene el otro, la culpa es del afuera, vos no, es el otro el que tiene que dejar de estar en tu camino para que vos no te golpees...
Tuve que recorrer un largo trecho para apartarme de los mensajes de las tías del mundo.
Es mi responsabilidad apartarme de lo que me daña. Es mi responsabilidad defenderme de los que me hacen daño. Es mi responsabilidad hacerme cargo de lo que me pasa y saber mi cuota de participación en los hechos.

Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago. Para que las cosas que me pasan me pasen, yo tengo que hacer lo que hago. Y no digo que puedo manejar todo lo que me pasa sino que soy responsable de lo que me pasa porque en algo, aunque sea pequeño, he colaborado para que suceda. Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor pero puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendré que decidir qué hago. Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé y aprendí, con todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar. Y tendré que actuar de esa mejor manera. Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos. Tendré que quererme tanto como para privilegiarme y saber que esta es mi decisión. Y tendré, entonces, algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendré el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio. Tendré que ser libre aunque a vos no te guste. Y si no vas a quererme así como soy; y si te vas a ir de mi lado, así como soy; y si en la noche más larga y más fría del invierno me vas a dejar solo y te vas a ir... cerrá la puerta, ¿viste? porque entra viento. Cerrá  la puerta. Si esa es tu decisión, cerrá la puerta. No voy a pedirte que te quedes un minuto más de lo que vos quieras. Te digo: cerrá la puerta porque yo me quedo y hace frío. Y esta va a ser mi decisión. Esto me transforma en una especie de ser inmanejable. Porque los autodependientes son inmanejables. Porque a un autodependiente solamente lo manejas si él quiere. Esto significa un paso muy adelante en tu historia y en tu desarrollo, una manera diferente de vivir el mundo y probablemente signifique empezar a conocer un poco más a quien está a tu lado.
Si sos autodependiente, de verdad, es probable que algunas personas de las que están a tu lado se vayan... Quizás algunos no quieran quedarse. Bueno, habrá que pagar ese precio también. Habrá que pagar el precio de soportar las partidas de algunos a mi alrededor y prepararse para festejar la llegada de otros (Quizás...)"

Espero que lo hayais leído con ese tono argentino. Pues eso. Paguemos el precio de ser autodependientes. Conocernos, querernos y tener el coraje de actuar. Es mi vida y soy yo. Y voy a poner toda mi energía en mejorar y disfrutar. Merece la pena a pesar de todo.
Un saludo
Iñigo