sábado, 29 de octubre de 2011

Tú puedes

Hola a todos.

Este jueves hemos leído un texto de Ricardo Ros, teneis en el siguiente link acceso al texto completo.(Ricardo Ros Blog)
Entre otras cosas menciona como: 
"Conseguir las cosas no es gratis. Conseguir las cosas cuesta mucho: tiempo, dinero, dedicación, sacrificios, duro trabajo, renuncias… Si alguien puede, tú puedes, pero sólo si te esfuerzas igual que la otra persona, sólo si estás dispuesto a asumir los mismos riesgos que la otra persona, únicamente si dedicas exactamente el mismo esfuerzo, la misma energía."

Bueno pues la decisión está en tus manos. ¿Que quieres? ¿Estas dispuesto a poner esa energía que requiere la rehabilitación? ¿lo deseas con todas tus fuerzas? ¿Estas dispuesto a pagar el coste?  Cada uno tiene que responder a esas preguntas. Si son afirmativas estamos en el buen camino, si en alguna tengo dudas tendré que aclararme. No hay atajos, las cosas cuestan y solo yo puedo conseguir que mis sueños se hagan realidad. Con decisión, esfuerzo y persistencia. 

Eso es todo por hoy.
Nos vemos
Iñigo

domingo, 23 de octubre de 2011

Y eso ¿cómo se hace?

Muy buenas de nuevo,
Para este jueves leímos un pequeño texto de Benito Peral que publicaba en un blogg del periódico El Mundo y que nos da opción para pensar sobre algunas claves importantes en nuestras vidas. Lo teneis en este link y ahí va: 


¿Eso cómo se hace?
Con frecuencia me topo con esta pregunta en boca de las personas que acuden a mi consulta, en comentarios de alumnos o en alguna ocasión en el propio foro del blog. "Muy bien, de acuerdo, todo eso que dices es muy adecuado, pero ¿cómo se consigue?". Todos queremos que alguien nos de una receta, una fórmula mágica que nos haga mejores, que nos proporcione más aptitudes, que nos de más sabiduría. Y de eso se aprovechan los editores de los llamados libros de autoayuda, que como casi todo lo ultrapragmático, suelen venir de USA.
Las recetas sólo funcionan en la cocina, y no del todo, porque aunque sigas los pasos correctamente hay siempre un toque que te falta. Imagínate, si ya es complicado hacer una caldereta, cómo será hacerse más tolerante siguiendo unas pautas. En el ámbito de la psicología y de la psicoterapia se suele hablar de técnicas, que suena a modos de operar, a estrategias concretas para conseguir objetivos determinados. Cuando era joven me interesaba mucho por todas las técnicas, hoy no. Hoy creo que las cosas realmente valiosas, todo aquello que nos hace mejores porque nos acerca a la virtud, no se obtienen siguiendo ningún tipo de pautas marcadas desde fuera.
Sin embargo, sí creo del todo necesario marcase un norte, saber qué quiero hacer de mí. Todos podemos ser, de alguna manera, escultores de nuestra propia personalidad. Todos podemos conocer cuáles son nuestros defectos más marcados, nuestras aristas más cortantes y si las conocemos estaremos más cerca de poder limarlas. Cuando leo y escribo sobre sabiduría de vida y virtudes, me percato de lo lejos que estoy de poseerlas, pero me sirve para orientarme, para marcar el norte, para saber hacia dónde me gustaría caminar. Ningún viento es favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige. Saber hacia dónde quiero ir es lo más importante, después está saber llegar, encontrar la ruta. Pero resulta que no hay un camino, que cada uno tiene su propio camino. Por eso decía el poeta:" Caminante no hay camino, se hace camino al andar…" ¿Machado?


Interesantes reflexiones. Esa búsqueda de pautas externas que nos den la solución mágica. Cuando de verdad tenemos dentro muchas de las respuestas que buscamos y es dentro de nosotros donde están las claves para crecer. 
Nos propone una de importancia. Marcarse un objetivo que nos guíe, no que nos agobie en su consecución pero que nos marque el camino por el que queremos transitar, que nos indique hacia donde y que nos permita aprovechar los vientos y huracanes que nos topemos en nuestra travesía particular. 
Animos y a seguir
Iñigo

jueves, 13 de octubre de 2011

Convencer sin forzar

Hola a todos
Otro jueves más y otro texto para reflexionar:

Convencer sin forzar
Había un burro que no quería beber, su dueño estaba desesperado ya que el animal podía morir de sed. Ningún recurso parecía funcionar, ni tan siquiera por la fuerza aceptaba beber. Todos los amigos del dueño también lo intentaron con el mismo resultado.
De pronto pasó un anciano sabio que dijo conocer la forma para que el asno bebiera. En tres pasos:
Primero llevó a su burro al lado del que no quería beber.
A continuación le puso un cubo con agua debajo de su burro...
Finalmente el otro también se animó a beber por imitación. La imitación solucionó el problema.

Este es el texto que nos sirve para descubrir como influimos en los demás. Una buena forma, si no la mejor, es con el ejemplo. Siendo buenas personas y trabajando por ello conseguiremos que las personas cercanas también mejoren. Más allá de discursos y esfuerzos inútiles por cambiar a los demás.
Bueno esto es de momento las reflexión para hoy. Vamos a darle una vuelta.
Un saludo y muchos ánimos.
Iñigo

jueves, 6 de octubre de 2011

Vivir en el presente

Hola de nuevo. 
Para este jueves una versión del cuento de la lechera.

La olla de barro
Era un lechero acaudalado y que contaba con varios trabajadores en su lechería. Llamó a uno de ellos, Ashok, y le entregó una olla llena de mantequilla para que la llevase a un cliente de un pueblo cercano. A cambio le prometió algunas rupias extras. Ashok, muy contento, colocó la olla sobre su cabeza y se puso en marcha, en tanto se decía para sí: “Voy a ganar dos rupias. ¡Qué bien! Con ellas compraré gallinas, éstas pronto se multiplicarán y llegaré a tener nada menos que diez mil. Luego las venderé y compraré cabras. Se reproducirán, venderé parte de ellas y compraré una granja. Como ganaré mucho dinero, también compraré telas y me haré comerciante. Será estupendo.
Me casaré, tendré una casa soberbia y, naturalmente, dispondré de excelente cocinero para que me prepare los platos más deliciosos, y si un día no me hace bien la comida, le daré una bofetada”. Al pensar en propinarle una bofetada al cocinero, Ashok, automáticamente, levantó la mano, provocando así la caída de la olla, que se hizo mil pedazos contra el suelo derramando su contenido. Desolado, volvió al pueblo y se enfrentó al patrón, que exclamó:
-¡Necio! ¡Me has hecho perder las ganancias de toda una semana!
Y Ashok replicó:
-¡Y yo he perdido mis ganancias de toda la vida!
 *El Maestro dice: El futuro es un espejismo. Éste es tu momento, tu instante. En lugar de fantasear con la mente, pon las condiciones para que la semilla pueda germinar.

Interesante lección la de esta historia. Enfocarnos en el presente como mejor manera de vivir de verdad con plenitud. Evitar fantasear con esos futuros improbables, evitar angustiarnos con esos miedos hacia lodesconocido. Centrarme en el aquí y ahora como forma de disfrutar en toda su intensidad de la vida. Poner los cinco sentidos en las cosas que hacemos. 
Buen fin de semana y un abrazo.
Iñigo