jueves, 25 de octubre de 2012

Talento


Buenas.
Una pequeña historia. Es un Microcuento de Alejandro Jodorowsky

El talento

- Maestro, tengo un problema con mi hijo
- Me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas.

- ¿Qué harás? – dijo el maestro
- ¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas!
- Necio, ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo.
- Todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo.

Bonita historia. Apostemos por enfocarnos y potenciar nuestro lado positivo, por mejorar lo que hacemos bien, por esforzarnos más en lo que somos competentes. Seguro que crecemos y seguro que ganamos nosotros y el mundo.
¿que opinas?

Saludos 
Iñigo

viernes, 19 de octubre de 2012

Piedras

Buenas
Aquí va la pequeña historia para hoy.



Lo importante

Un profesor de filosofía estaba en pie frente a sus alumnos con unos cuantos objetos frente a él sobre su mesa. Cuando comenzó la clase, sin decir una palabra tomó un gran bote de mayonesa vacío y lo llegó con piedras de unos 4 cm de diámetro.

Entonces preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno, todos ellos confirmaron que si lo estaba. Así que entonces el profesor tomó una caja con piedritas y las vertió en el bote. Agitó el bote ligeramente y las piedritas, por supuesto, rodaron hacia las zonas vacías entre las piedras.

De nuevo preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Todos asintieron.

El profesor levantó entonces una caja llena de fina arena y comenzó a echarla en el bote. Por supuesto la arena llenó todos los espacios vacíos que aun quedaban.

Una vez más preguntó si el bote estaba lleno. Los estudiantes respondieron todos al unísono “SI”.

Entonces el profesor sacó una taza de café de debajo de la mesa y procedió a verter todo su contenido en el bote, empapando la arena y ocupando todo el espacio disponible aun. Los estudiantes rieron y rieron.

“Pues ahora”, dijo el profesor, a medida que cesaban las risas, “quiero que reconozcáis que este bote representa vuestra vida. Las piedras son las cosas importantes: vuestra familia, vuestra compañera o compañero, vuestra salud, vuestros hijos, cosas que, si todo lo demás se perdiese y sólo ellas permanecieran, vuestra vida seguiría estando llena.”

” Los piedritas son las otras cosas que también importan, como vuestro trabajo, vuestra casa, vuestro coche…”

”La arena es todo lo demás. Las cosas pequeñas. Si ponéis la arena en el bote lo primero” continuó, “no habrá sitio para nada más, ni para piedritas ni para las piedras. Lo mismo ocurre en vuestra vida. Si usáis vuestro tiempo y energías con las cosas pequeñas, nunca tendréis sitio para las cosas que son importantes para vosotros. Poned atención en las cosas que son críticas para vuestra felicidad. Jugad con vuestros hijos, encontrad tiempo para haceros un chequeo médico, llevad a vuestra compañera a bailar... Siempre habrá tiempo para ir a trabajar, limpiar la casa, hacer una fiesta y tirar la basura después”.

”Ocuparos de las piedras primero, de las cosas que realmente importan. Estableced vuestras prioridades. El resto es sólo arena…”
Uno de los estudiantes levantó entonces la mano y preguntó “¿Qué representa el café?”
El profesor sonrió. “Me alegra que me hagas esa pregunta. Simplemente sirve para ilustrar que, no importa como de llena esté vuestra vida, siempre habrá sitio para un café con los amigos...”


Bueno. Esta es la historia. Vamos a descubrir nuestras piedras. Cuales son las importantes y meterlas primero. Actuar en consecuencia. Priorizar. Sin olvidar que siempre podemos encontrar un hueco para el café. 
Un abrazo.
Iñigo

viernes, 12 de octubre de 2012

El día internacional del error


Seguimos avanzando tras las sesiones.

Trasteando en la web he encontrado una propuesta curiosa desde Finlandia. Dayforfailure. El día de los errores. Proponen cambiar nuestra visión de los errores y asumirlos como parte necesaria e imprescindible de todo aprendizaje e innovación.
Esta es su dirección web. Dayforfailure  Además proponen el día 13 de octubre para celebrarlo como día internacional del error. Hay también una iniciativa en Bilbao en el Creativity Zentrum.
Así pues vamos a repensarnos y a enfocar nuestros fallos y errores. Señal de que intentamos movernos, mejorar y mirar los aprendizajes que gracias a ellos hemos adquirido.
¿Qué os parece?
A fallar y a celebrarlo.
Un abrazo.
Iñigo

sábado, 6 de octubre de 2012

Vivir con soltura


Buenas de nuevo.
Esta semana no hemos leído pero hemos hablado mucho, nos hemos ayudado con herramientas para afrontar situaciones difíciles. Dando vueltas me he acordado de un estupendo pequeño artículo de Arantza Furundarena que salió en El Correo hace un tiempo en la sección El candelabro. Dice así.

Soltura

Creo que fue el actor Manuel Manquiña el que una vez en mitad de una entrevista de pronto afirmó: «Hay que vivir con soltura». De esto hace mucho, mucho tiempo. Manquiña (a menos que fuese un primo suyo y yo los haya mezclado en mi imperfecta memoria) se dedicaba al teatro de arte y ensayo, y esta periodista entrevistaba entonces a esa clase de actores alternativos. No recuerdo absolutamente nada más de aquel encuentro. Solo la frase que ya he referido: «Hay que vivir con soltura». Desde entonces, es mi 'Hakuna Matata'. Hay que vivir con soltura... Prueben a pronunciarla cuando la vida cotidiana empieza a alcanzar ese grado de rigidez que amenaza con dejarnos contraídos, retraídos, revenidos y hasta medio necrosados. Si piensan en los efectos de la crisis actual, seguro que saben a qué me refiero. Pues nada, justo ahí, sacudan los hombros y suelten la coraza, porque hay que vivir con soltura. Lo pensé el martes por la noche, mientras veía en la tele 'Españoles en el mundo'. Sobre todo, la parte que hablaba de Senegal, porque para soltura... la de algunos africanos. «Los europeos tenemos los relojes, pero ellos tienen el tiempo», sentenció con mucha razón una expatriada. La frase de Manquiña (o la de su primo) también vino a mi memoria mientras entrevistaba a Albert Casals, el chaval del pelo azul que desde hace seis años recorre el mundo en silla de ruedas y sin dinero. Sigue vivo. Y parece feliz. Porque el mundo es ancho, pero no necesariamente ajeno, y la vida cuando se vive con soltura parece que hasta te sonríe más. Sí, ya sé lo que me van a decir... Que esta teoría está muy bien para gente como Jesulín de Ubrique, que dice tener el futuro asegurado para él y sus descendientes. Pero qué va, a veces cuanto menos se tiene más ligero se camina. Nuestro problema precisamente es que (entre obligaciones, deudas y posesiones) la maleta nos pesa demasiado. ¿Que la crisis nos deja sin equipaje? Pues a vivir con soltura... Total, la vida son cuatro días y nadie sale vivo de ella.

Precioso verdad. Me encanta la propuesta. Vamos a despojarnos de las tensiones y seriedades y a vivir con soltura. Vivir con soltura. Me gusta.
Abrazos 
Iñigo