jueves, 16 de septiembre de 2010

Hola de nuevo
Volvemos a la carga, comenzamos el curso (aunque nunca lo abandonamos) con otras lecturas que nos inspiren y mejoren nuestras vidas. Esta semana los textos son de Angela Becerra, una excelente escritora que publica de vez en cuando en el diario ADN en la columna final The End. Los dos son del 2009. Ahí van.

Un día cualquiera
Las 7: suena el despertador. 8: han despedido al jefe. ¿Serán las barbas del vecino? 10: General Motors dicen se va al carajo. 11: a mi banco lo han bajado en no se qué clasificación. 12: Sandra perdió el empleo. 1: ¿serán cancerígenos los transgénicos? 2: Garzón, peligro popular. 3: línea aérea cobrará por ir al wc. 4: Garzón quiere ser presidente de algo. 5: marcas blancas arrinconan a las de colorines. 6: ¿Nissan se queda en España o Toyota se va del Japón? 9: El marido de Luisa la puentea, aún no se sabe si con otra o con otro. 11: periodistas machacan en la tele a ex novia de postfamoso. 12: me aburre el mundo y sus circunstancias. 00: me desvelé.

Las 7: despertador. 8: clima primaveral: adiós a la ropa de invierno. 9: línea aérea revienta precios y lo aprovecho. 10: me recomiendan libro sensacional. 12: a Isabel le sale su primer diente. 2: invitación al cumpleaños de un sanísimo de 86 años. 3: nuevo avance contra el cáncer. 4: chiste imborrable. 5: pronto, coches eléctricos. 6: María aprueba matemáticas. 7: propuesta para fin de semana barato e inolvidable. 8: decido cocinar tortilla de patatas. 9: rotundo triunfo tortilla de patatas. 10: me río del mundo y sus circunstancias. 11: me sobran famosos televisivos. 12: el libro que me recomendaron es un orgasmo para las neuronas. 00: orgasmo.
Hay muchas formas de vivir una misma vida. Buenos días. Buenas noches.

Pegamento Humano
Aquella enfermera que mientras conecta la sonda añade gotas de ánimo y chorros de sonrisa sin receta. Aquel tendero que mientras pesa la sandía nos pregunta cómo seguimos del reuma y nos recomienda algo que a él le funcionó. Aquel estudiante que se levanta de su asiento en el bus y lo cede a una embarazada. Aquella adolescente que ayuda a cruzar la acera a un anciano que camina con dificultad. Aquella vecina que dice que se puede quedar con nuestros pequeños el día que la escuela, inexplicablemente, hace puente. Aquellos nietos de 20 años comiendo con la abuela, riéndole batallitas y convirtiéndola durante dos horas en centro del universo. Aquella mujer soldado que en una playa del Líbano regala a una niña las caracolas que recogió y la despide con una caricia.

Ellos y muchos, muchísimos más, son la buena gente, la que cada día apuesta por el lado bueno de la vida. Saben perfectamente que lo que hacen no les va a producir nuevos ingresos, ni va a mejorar su historial. Ninguna televisión comentará sus actos; jamás serán noticia. Dan porque dando se resuelven en belleza, se curten en dignidad, se elevan en ética.

Ellos, con sus mínimos actos, dignifican el brillo y la vibración de pertenecer a la raza humana. Hacen profundo y fácil cualquier contacto, y por eso la crisis les afecta menos. Son de los que aún creen en el pegamento más solvente, cálido y potente que existe: el pegamento humano.

Los textos nos enfocan a mirar al lado positivo de nuestras vidas. En medio de las crisis, de desgracias, tristezas, malas caras, enfados, cansancios, estupideces y banalidades, La escritora apela a esforzarnos por superar las inercias a quedarnos con lo malo y resaltar los aspectos negativos. Nos anima a enfocar nuestra mirada a lo bueno que nos pasa, a  las cosas que tenemos que agradecer. A apostar por el lado bueno de la vida y de esta manera convertirnos en nuestra mejor versión. Si trabajamos en ello mejoraremos nosotros y así también aportaremos nuestro granito de arena a mejorar el mundo.

Así pues animo y a seguir luchando por conseguir la vida que nos merecemos.

Saludos
Iñigo

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