Buenas de nuevo
Esta semana reflexionamos sobre monos y también sobre humanos:
Los cinco monos
Una vez un grupo de científicos decidió hacer un experimento y pusieron cinco monos en una jaula. En el centro se colocó una escalera, y sobre ella, un montón de bananas.
Cuando uno de los monos subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que se quedaban en el suelo.
Pasado algún tiempo, los monos aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono iba a subir la escalera, los otros 4 le daban una paliza.
Después de haberse repetido varias veces la experiencia, ningún mono osaba subir la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos por otro nuevo.
Lo primero que hizo el nuevo mono, nada más ver las bananas, fue subir la escalera. Los otros, rápidamente, le bajaron y le pegaron antes de que saliera el agua fría sobre ellos.
Tras algunas palizas, el nuevo mono no volvió a intentar subir la escalera.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo con el que entró en su lugar.
El primer sustituido participó con especial entusiasmo en la paliza al nuevo.
Un tercero fue cambiado, y de nuevo se repitió el suceso.
El cuarto igual y finalmente, el ultimo de los monos “viejos” fue sustituido también por otro nuevo, repitiéndose las palizas al intentar tomar las bananas.
Así, finalmente, los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, aunque nunca habían recibido una ducha de agua fría, continuaban pegando a todo aquel osado mono que intentase subir la escalera con intención de coger las bananas.
Y aunque siguen sustituyendo monos, los nuevos monos rápidamente aprenden a no intentar tomar las bananas y a dar palizas a los que lo intentan.
Si fuera posible preguntar a alguno de ellos por qué pegan con tanto ímpetu al que sube por las bananas, seguramente responderían: “Porque siempre se ha hecho así”.
Interesante historia para reflexionar sobre nuestro modo de funcionar, nuestras inercias. De como hacemos las cosas y las convertimos en rutinas sin cuestionarnos de vez en cuando su sentido.
Nos puede servir para repasar y revisar lo que hacemos y si no tiene sentido cambiarlo.
Saludos
Iñigo
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