jueves, 24 de marzo de 2011

En busca de la pareja perfecta

Hola a todos.
Para hoy había preparado este cuento que nos pueda inspirar. 

Érase una vez una muchacha de nombre Nadia, cuya belleza atraía a todos los que la conocían. A pesar de ello, Nadia se sentía muy sola. Tras la alegría del primer encuentro con sus pretendientes, les encontraba defectos. Entonces, sentía que su amor se marchitaba y seguía anhelando su ideal de pareja perfecta.
Un día, Nadia oyó hablar de un sabio que a todos conmovía con sus palabras. Aquella noche, decidió consultarle su problema.
"Tal vez -se decía- me pondrá en el camino de ese hombre ideal que sueño".
A la mañana siguiente, llegó hasta él y, tras exponerle su mala suerte, le dijo:
"Necesito hallar la pareja perfecta. ¿Qué podéis decirme? Una persona como usted, sin duda, habrá encontrado la pareja perfecta".
Aquel anciano, mirando a Nadia con brillo intenso en sus ojos, le dijo:
"Pasé mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Egipto, encontré a una mujer bella e inteligente, pero era muy inconstante y egoísta. En Persia, conocí a una mujer que tenía un alma buena y generosa, pero no teníamos aficiones en común… Y así una mujer tras otra. Al principio, me parecía haber logrado "El gran encuentro", pero, pasado un tiempo, descubría que faltaba algo que mi alma anhelaba. Fueron transcurriendo los años hasta que de pronto, un día …", - dijo el anciano haciendo una emocionada pausa - La vi, resplandeciente y bella. ¡Allí estaba la mujer que yo había buscado toda mi vida!".
"¿Y qué pasó? ¿Te casaste con ella?", replicó entusiasmada la joven Nadia.
"Al final … la unión no pudo llevarse a cabo".
"¿Por qué?, ¿Por qué?"
"Porque al parecer – le dijo el anciano con un gran brillo en sus ojos, -ella buscaba la pareja perfecta … "


De cuentos para aprender a aprender (Gaia), de J.M.Doria.

Este es el cuento y espero que nos permita reflexionar sobre los demás y sobre nosotros. Sobre la tolerancia a los errores y a la imperfección en los demás y 
en uno mismo.
Bueno que estoy cansado y yo tampoco soy perfecto, cada cierto tiempo necesito dormir.
Muchos animos y buena semana.
Iñigo

jueves, 17 de marzo de 2011

Tejados Blancos

Hola a todos.
Otro jueves más comentando y reflexionando para facilitarnos nuestros caminos personales hacia nuestro objetivos. El cuento y reflexiones de hoy son de Jodorowski en Plano Creativo:
Los tejados están blancos
Durante un paseo por un paisaje nevado el discípulo pregunta al maestro: “Maestro, los tejados están blancos, ¿cuándo dejarán de estarlo?” El maestro tarda en contestar. Se concentra y al fin le dice con voz áspera: “¡Cuando los tejados están blancos, están blancos; cuando no están blancos, no están blancos!”

Una historia zen, que Alejandro Jodorowsky repite con frecuencia. La explica en el siguiente comentario que podemos leer en la sabiduría de los cuentos:

“Lo importante es aceptarse uno mismo. Si mi condición presente me produce malestar es señal de que la rechazo. Entonces, más o menos conscientemente, trato de ser distinto del que soy, en definitiva, no soy yo. Si, por el contrario, acepto plenamente mi estado de este momento, estoy en paz. No me lamento por creer que debería ser más santo, más bello, más puro de lo que soy aquí y ahora. Cuando soy blanco, soy blanco, cuando soy oscuro, soy oscuro, y punto. Ello no impide que trabaje en mí, que trate de ser un instrumento mejor; esta aceptación de uno mismo no limita las aspiraciones, sino que las sustenta. Porque sólo puedo avanzar a partir lo que soy realmente”.

Tema fundamental el de la aceptación. Aceptarnos cual somos y aceptar nuestra situación es el paso necesario para avanzar en nuestra rehabilitación. Y esa aceptación no es un mero ejercicio intelectual, es sentirnos y querernos de verdad tal cual somos, con nuestras habilidades y también con nuestras limitaciones o esos aspectos que menos nos gustan pero que son nuestros. Aceptar lo que soy  no quiere decir resignarme, aceptar lo que soy es el primer eslabón en la cadena de mejora que voy a emprender. Es mejorar mi vida sabiendo que soy único, con mi dignidad intacta a pesar de todo.
Buena semana a todos y todas.
Abrazos de Iñigo.

jueves, 10 de marzo de 2011

¿Hacia donde navegamos?

Buenas de nuevo otra semana.

Hoy nuestra lectura ha sido la siguiente sacada del Blog de Unai Benito Con P de persona:

Para un barco que no tiene puerto cualquier viento es bueno
Empezar con un fin en mente significa saber adonde se está yendo, de modo que se pueda comprender mejor dónde se está, y dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta.

Resulta increíblemente fácil caer en la trampa de la actividad, en el ajetreo de la vida, trabajar cada vez más para trepar por la escalera del éxito. Si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada paso que demos no hará más que acercarnos antes al lugar erróneo. Podemos estar muy atareados, podemos ser muy eficientes, pero sólo seremos también verdaderamente efectivos cuando empecemos con un fin en mente.

Personas pertenecientes a todos los trabajos (médicos, académicos, actores, políticos, ejecutivos, atletas y fontaneros) a menudo luchan por lograr ingresos más altos, más reconocimiento o un cierto grado de competencia profesional, sólo para descubrir que su ansiedad por alcanzar la meta les ha privado de cosas que realmente importan y que ya han quedado fuera de sus posibilidades.

El hábito de «empezar con un fin en mente» se basa en el principio de que todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero una creación mental, y luego una creación física. La regla del carpintero es «medir dos veces antes de cortar una».

Hacia donde nos dirigimos. Responder a esta pregunta es fundamental para alinear las acciones que hoy hago y que se orienten al puerto al que quiero llegar. ¿quiero rehabilitarme?, ¿es ese mi objetivo de verdad?, lo que hago hoy ¿me aleja o me acerca al mismo?, ¿que puedo hacer mañana que me ayude a dar un paso más para conseguirlo? ¿las personas con las que me relaciono ¿me ayudan a conseguirlo?. Muchas preguntas pero solo una idea muy simple. Mantener mi objetivo en la mente como forma de dar coherencia y significado a las acciones que voy a hacer hoy.
Mucho animo y desplegar las velas en función del viento para llegar a nuestro puerto. Merece la pena la travesía.
Un abrazo
Iñigo

jueves, 3 de marzo de 2011

La niña y el acrobata

Hola a todos

Otro jueves más
La niña y el acróbata
Era una niña de ojos grandes como lunas, con la sonrisa suave del amanecer. Huérfana siempre desde que ella recordara, se había asociado a un acróbata con el que recorría, de aquí para allá, los pueblos hospitalarios de la India. Ambos se habían especializado en un número circense que consistía en que la niña trepaba por un largo palo que el hombre sostenía sobre sus hombros. La prueba no estaba ni mucho menos exenta de riesgos.
Por eso, el hombre le indicó a la niña:
- Amiguita, para evitar que pueda ocurrirnos un accidente, lo mejor será que, mientras hacemos nuestro número, yo me ocupe de lo que tú estás haciendo y tú de lo que estoy haciendo yo.
De ese modo no correremos peligro, pequeña.
Pero la niña, clavando sus ojos enormes y expresivos en los de su compañero, replicó:
- No, Babu, eso no es lo acertado. Yo me ocuparé de mí y tú te ocuparás de ti, y así, estando cada uno muy pendiente de lo que uno mismo hace, evitaremos cualquier accidente.
El Maestro dice: Permanece vigilante de ti y libra tus propias batallas en lugar de intervenir en las de otros. Atento de ti mismo, así avanzarás seguro por la vía hacia la Liberación definitiva.

Toda una lección de esa niña que nos enfoca a nosotros mismos. A librar mis propias batallas y estar pendiente de mi vida como forma de mejorar a los demás. A centrarme en mi y trabajar en mi mejora y en mi rehabilitación como mejor forma de ayudar a los demás en la suya. Um, a poner en práctica esta estupenda lección.

A seguir y a disfrutar del Carnaval. Animos.
Iñigo