jueves, 28 de julio de 2011

Cruces

Buenas de nuevo.
Vamos cerrando la temporada antes de las vacaciones y lo hacemos con una pequeña historia sacada a través del blog de Francisco Alcaide.


La historia de las tres cruces
Andaba por el mundo un señor quejándose continuamente de sus desgracias. Ante la lástima que daba decidió Dios bajar personalmente a la Tierra a ver qué le pasaba. Éste le dijo:
– Es una cruz terrible, la peor que me podía haber caído.
Dios le invitó entonces a acompañarle y le hizo entrar en el “almacén de las cruces”. Allí empezó a mirar cada una de ellas y afirmaba:
– Ésta es demasiado grande, aquélla muy pesada, la otra rozaba el suelo.
Al cabo de un rato encontró la que le parecía apta para él. La tomó y salió de nuevo a los caminos con la sonrisa en los labios. Al contemplarla a la luz del sol, se dio cuenta... que había vuelto a tomar la que había dejado al entrar.

Bonita historia para promover la aceptación (no resignación). Desterrar la queja ya que siempre nos podemos comparar y quejar de nuestra situación. También podemos entrar en un "almacén de enfermedades" a ver cual elegimos. Yo la que me ha tocado. Me conformo, me parece muy práctica, tiene sus cosillas, es para toda la vida y eso pero bueno, y además la estoy cogiendo cariño. Gracias a ello soy mejor persona y estoy en un camino de mejora.
Acepto mi Cruz. He tenido suerte. Se llama La Cruz de Oro.
Un saludo y los que empecéis vacaciones disfrutarlas.
Iñigo

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